literature

Juego de bailarinas

Deviation Actions

ClauCabyClausy's avatar
Published:
781 Views

Literature Text

     Estaba en camino a su siguiente misión, había tomado la determinación de  cumplir cuantas le fuera posible, no se daría el tiempo de andar por Arcani pensando en tonterías. En lo único que realmente quería concentrar su mente en esos momentos era en su hermana mayor y la forma de conseguir llegar a ella. ¿Estaba obsesionado?¿había algo mal en su cabeza? No lo sabía y no le importaba. Solo  entendía que siempre que se sentía turbado el recuerdo de su hermana le devolvía la paz. Siguió avanzando con trote veloz, con el tiempo se había vuelto mejor jinete, por lo menos algo más hábil de lo que esperó que pudiera llegar a ser.  Apeo al caballo con la intención  de dejarlo correr cuanto le fuera posible, ya no le interesaba  disfrutar de la vista. El exterior seguía siendo igual de hermoso, pero  por algún motivo, eso dejó de tener  importancia para él.

    El caballo negro recorrió los caminos a gran velocidad, por primera vez le permitían ir a su propio ritmo y aprovecho al máximo la oportunidad. Gracias a ello llegó a Fairadel en tiempo record, el animal estaba exhausto, pero se notaba feliz. Al dejarlo en el establo de la primer posada que encontró,  Ademar prometió una generosa propina a cambio de cuidado especial para su amigo. El joven guardián también estaba cansado, pero había tomado la determinación de cumplir con su misión en el menor tiempo posible, lo que significaba seguir adelante hasta que ya no resistiera más. Una hora después de su llegada a la ciudad, el tritón ya se encontraba en la oficina del teatro de la ciudad. Fue recibido por una elfa llamada Ofelia, su figura era delgada y estilizada, sus cabellos castaños estaban sujetos bajo su nuca en una forma que el tritón llamaba cebolla, simple y sencillamente porque era así se le figuraba la bolita de cabello. El despacho era tan sencillo como elegante, había algunas pinturas decorando los muros, el tritón paseo rápidamente su vista por ellos y descubrió que eran retratos de las bailarinas de aquella compañía. Ofelia le ofreció tomar asiento con un elegante ademan, y comenzó a hablar de la angustia que estaba viviendo por la situación actual.

-Como debes saber, mi grupo de ballet es el más reconocido de todo el reino, nuestras representaciones de todo tipo de cuentos nos han dado fama hasta en los otros reinos.
-Eso supongo...
-¿Supones muchacho? Bajo mi liderazgo y entrenamiento alcanzamos la excelencia y perfección del arte en movimiento.
-No lo dudo...
-A mi me parece que no estás seguro de lo que te digo... ¿Conoces a un grupo mejor?
-Lo cierto es que no tengo idea de que es el ballet, soy un tritón de aldeas profundas del océano y cuando salí no tuve tiempo de aprender del arte del exterior -El guardián se encogió de hombros. - En todo caso, me gustaría que me contará de su problema en lugar de hablarme de su buena reputación y talento.
-Tienes razón, el tiempo apremia y necesitamos tu discreta ayuda para resolver esta angustiante situación. Mis chicas, mis pobres chicas han ido cayendo una a una enfermas por la corrupción, se les ha dado tratamiento y aún así no mejoran... gracias a las medicinas no han decaído más, pero entenderás que es terrible no poder sanarlas.
-¿Hay otros enfermos en la ciudad?
-No, no los hay, y ahora los sanadores están haciendo que se levanten sospechas contra el teatro, creen que es aquí el origen de la corrupción. Como si no fuera suficiente angustia la que vivo por mis muchachas enfermas, está el temor de que la enfermedad se esparza como una temible epidemia entre las sanas.

    Parecía que cada movimiento que la elfa hacia era producto de una educación muy ensayada, la castaña aparentaba una serenidad y seguridad que contrastaba del todo con la angustia que decía estar viviendo.

-Si en verdad esta tan turbada ¿cómo puede verse tan tranquila?- preguntó el guardián.
-Veras jovencito, a veces tienes que actuar de cierta manera para conseguir el respeto de los demás, las personas se hacen una idea de ti y solo ven la "máscara" que les muestras... Una líder debe proyectar seguridad, una entrenadora debe ser capaz de mantener la disciplina siempre.  -Suspiró la castaña. - En muchas ocasiones estas tan pegada a esa actuación, que sin pensarlo deja de ser una actuación y te vuelves así.
-Bueno ya no tiene que preocuparse madame, yo me encargaré de resolver este problema. Lo primero que necesito saber es quien fue la primer afectada y en dónde estaba cuando comenzó a mostrar signos de corrupción.
-Aunque fue aquí en el teatro, te aseguro que buscamos por todas partes y no había nada fuera de lo común, mírame, no estoy contagiada aunque he recorrido milímetro a milímetro este lugar. Si la gente cree hay algo malo con el teatro -negó con la cabeza.- Tendremos que agregar una desgracia para chicas que están sanas.
-Me encargaré de ser discreto al respecto -le aseguró- pero necesito que me permita hablar con las enfermas.

     Ademar llegó a la habitación donde tenían en cuarentena a las chicas enfermas, era un lugar amplio, lo bastante para que cada una tuviera su propia cama, se encontraban distribuidas de tal modo que al centro de la habitación quedaba un amplio pasillo por el que podían circular los sanadores que las atendían, y podían mantener algo de privacidad gracias a biombos de tela que las rodeaban. Algo peculiar era que la mayoría de las chicas no utilizaban ese recurso, los biombos permanecían contraídos permitiendo que las chicas se vieran unas a otras y pudieran conversar cuando tenían suficiente energía y ánimo para hacerlo. Al entrar, las sandalias de madera de Ademar resonaron contra el suelo llamando la atención de las chicas. El joven vestía su disfraz de humano, le parecía un desperdicio hacerse de un atuendo que solo iba a usar una vez, además, por sus falta de vestuario lo usaba constantemente. Con algo de esfuerzo una de las bailarinas logró sentarse en la cama para verlo mejor y el guardián se inclinó respetuosamente como saludo para todas ellas.

-¿Eres un humano? - preguntó la chica que se había sentado.
-No soy humano, mi nombre es Ademar y soy un guardián de Arcania. La señora Ofelia está muy preocupada por ustedes y solicitó ayuda.
-¿La estatua está preocupada por nosotras? - preguntó la chica con tono irónico, el resto de las chicas  soltó una débil risita. -¿No será que le preocupa no poder llevar a escena a su mejor bailarina? seguro solo viniste por ella así que no nos molestes "guardián de Arcania".

     La chica se dejó caer de nuevo sobre la cama, las demás se cubrieron con sus sabanas hasta la cabeza y Ademar las observó sacando conclusiones, tal vez todas eran amigas. Todas con excepción de la única chica que utilizaba su biombo para ahilarse lo más posible de las demás. Si el resto de las chicas no eran amigas, tal vez las unía la envida por aquella bailarina, después de todo, el comentario que había hecho "la líder" de ese grupito, sonaba bastante cargado de amargura.

-Me gustaría saber que hacían y en dónde estaban cuando comenzaron a sentir los primeros síntomas de la corrupción.
-¿Quieres saber qué nos pasó? -retomó la única chica que había hablado hasta entonces. - Melania acapara cada papel principal, siempre, todo el tiempo, es la única protagonista. No aprecian nuestro talento porque siempre tiente que acaparar todas las miradas y no conforme con eso siempre nos persigue a todos lados, como si no quisiera dejarnos un momento de paz...

     El resto de las chicas entonó una afirmación a lo que su compañera decía, el tritón las miró pensando en aclararles que por más envidia justificada o no que tengan, eso no podía enfermarlas de corrupción, pero se lo guardó, el ser grosero con la chica que hablaba podría provocar que ella y el resto no quisieran cooperar más, así que puso una cara neutral y espero a que la chica terminara.

-"La estatua" dice que es justa a la hora de elegir a quién le da los papeles y hace audiciones, pero son una farsa, solo se fija en ella, horas antes para la ultima audición... -Todo el valor que había demostrado hasta el momento se apagó al instante y guardó silencio.
-¡Díselo Casia! si no lo haces tú lo haré yo -dijo débilmente la chica que estaba junto a ella.- Creo que ya lo callamos demasiado.
-Estábamos jugando al escondite en las bodegas, solo pasábamos un rato divertido antes de la próxima audición, como siempre Melania fue a seguirnos y se nos ocurrió  encerrarla. Fuimos a la audición esperando que esta vez nos tomaran en cuenta, pero Ofelia las canceló al ver que su estrella no había aparecido...
-Cuando fuimos a buscarla ya tenía signos de corrupción, no sabemos cómo pero creemos que ella misma lo hizo para llamar más la atención, y nos a enfermando también para castigarnos -dijo otra chica casi llorando.- Que casualidad que solo nosotros nos enfermamos...
-Solo las que la encerraron... ¿No será que hay algo malo en la bodega? -dijo el tritón casi para sí mismo.
-En el lugar no había nada, solo ella allí tirada en una pose dramática, toda pálida y con señales de corrupción por su cuerpo ¿No es sospechoso que se enfermara tan rápido sin haber nada más que vestuario viejo y ella en la bodega? -Retomó Casia.- ¿Por qué solo nosotras estamos mal? su única "amiguita" Carrieth está bien aunque también estaba con nosotras cuando la sacamos ¿cómo va a ser el lugar? fue ella o  quizá Carrieth...
-Tal vez si es una conspiración en su contra señoritas -el guardián les siguió la corriente esperando más información.- ¿En dónde puedo encontrar a esa señorita Carrieth?
-Yo no he hecho nada malo... y Carrieth tampoco... -dijo la débil voz de Melania tras el biombo. -Nada de esto es mi culpa...

    Ademar avanzó rápidamente y corrió la mampara para ver a la chica, ella ya estaba inconsciente cuando pudo verla, así que no podía interrogarla. Los sanadores que cuidaban de las bailarinas le explicaron que ella era la más afectada y que la mayor parte del tiempo estaba así, esperar a que recuperara el sentido otra vez podía llevar mucho tiempo, y era algo que no tenía. El guardián averiguo el paradero de Carrieth y se dirigió sin dudarlo al lugar. Según le dijeron estaba en casa de sus padres cerca del centro de la ciudad así que no le llevó mucho tiempo llegar. El problema fue que la chica se reusó a hablar con él y el padre de la muchacha le azotó la puerta en la cara, el tritón sintió el enojos subir, tal y como sube un escalofrió por la espalda, pero se contuvo lo suficiente para no golpear la puerta de nuevo, de haberlo hecho, seguro no habría parado hasta que la hubiera derribado.

     Se alejó lo suficiente para ver todas las ventanas de la casa y descubrió cual pertenecía a la habitación de la joven. Pudo verla frente a la ventana dando un suspiro y también la vio correr las cortinas. Se preguntaba cómo podría convencerla de hablar con él y las risitas de unas chicas que lo miraban lo  distrajeron por un momento, inclinó su cabeza saludando cortésmente lo que hizo a las muchachas reír de nuevo, ruborizándose y devolviendo el saludo para luego salir murmurando apresuradamente fuera de su vista.

- "Es irónico"... -pensó el tritón al ver a las chicas alejarse.- "en casa lo único considerado bonito en mí era que tengo cabello, pero en exterior, parece que soy considerado guapo por algunas chicas..."

     Allí encontró su respuesta, hasta ahora, todas las chicas del ballet habían demostrado ser bastante superficiales. Sejmet se lo dijo alguna vez: "es importante verse bien porque hay mucha gente que te trata según tu apariencia, a esos tontos es más fácil sacarles lo que quieres si te consideran bonita". En realidad no estaba seguro de si algo tan tonto iba a funcionar, pero no perdía nada con intentarlo. Se descalzó y volvió a su forma natural, se quitó el quimono y soltó su cabello, mostrándose tal cual era tomó unas piedrecillas y comenzó a arrojarlas contra la ventana de la chica, cuando la joven se asomó por la venta no pudo evitar una expresión sorprendida al ver al tritón al natural, después de todo, no era común verlos así por Fairadel.

- Por favor señorita Carrieth, hable conmigo. -Dijo el joven con el tono más galante le fue posible.

     Los vecinos y personas que  pasaban por allí miraron al tritón y luego a la chica en la venta, un leve rubor apareció en la cara de la chica, pero al mismo tiempo también había signos de sentirse orgullosa.

- Joven, me pone usted en aprietos. -dijo Carrieth inclinándose sobre el marco de su venta. -No puedo bajar ahora.          
- Puedo subir si me lo permite.
- Mi padre no lo permitiría. No sería correcto que entre en mi habitación.
- No le faltaría así al respeto señorita, si me permite hablaremos por la venta - el tritón reptó en su aleta acercándose de nuevo a la casa.    
- Me da curiosidad como piensa mantener una charla privada de esa manera.
- Entonces ¿hablará conmigo?

     La chica asintió con la cabeza, ante la mirada de los curiosos Ademar comenzó a trepar por las columnas que guiaban las plantas decorativas del exterior con bastante facilidad. Estaba acostumbrado a sostener su peso con sus manos cuando subía escaleras así que hizo gala de su agilidad cuando pasó al marco de la ventana. No pudo evitar sonreír al pensar como se veía escalado en su forma natural "pez-mono" pensó y la chica le devolvió la sonrisa pensado que era para ella. Los espectadores aplaudieron y los que tenían algo que hacer siguieron su camino. Ahora el peliazul estaba lo bastante cerca para susurrar así que fue lo que hizo, de inmediato preguntó acerca de lo que había ocurrido el día que encerraron a Melania en la bodega y dando un suspiro la chica le contó cuanto había visto.

     El guardián tuvo que regresar al teatro, la chica dijo haber visto a alguien con Melania cuando fueron por ella, aunque dijo que tal vez era uno de los trabajadores no era muy convincente ¿por qué un trabajador se quedaría encerrado con la chica? si ella presentaba corrupción también él debería estar enfermo... a menos que él lo provocara. Pensó en entrevistar a todos los trabajadores, pero optó por primero revisar el lugar, cuando las chicas fueron por Melania el lugar seguía cerrado por fuera ¿por dónde entró aquel sujeto misterios?. Buscó por cada rincón de aquel sótano, pero no vio nada fuera de lo común, su intuición le decía que la respuesta estaba allí y tanto Sejmet como Nathaniel le habían dicho que aprendiera a confiar en sí mismo, seguir esas corazonadas podría ser útil, así que intento algo diferente. No podía ver pero seguro podía sentir si se concentraba lo suficiente. Se plantó en medio del lugar y enterró su tridente en el piso entonando una suave melodía. Un poco de agua comenzó a salir del tridente, siguió brotando hasta que mojó todo el piso y luego se detuvo junto con el canto del tritón. Era un hechizo que Priss, la sirena de la biblioteca le había enseñado para refrescarse, el tritón había planeado mojar toda la habitación para usar la vibración en el agua para descubrir si había algo oculto tras los muros, pero no fue necesario.  El agua comenzó a filtrarse a por una puerta secreta en el suelo, con su tridente logró abrirla y antes de entrar a revisar pidió que inundaran y cerraran el sótano, si tenía que ir bajo tierra prefería hacerlo acompañado por su elemento. Los trabajadores tenían el encargo de no permitir que nadie se acercara, así que la bodega fue clausurada hasta que el guardián regresara o tuvieran que traer a otro.  

     Conforme avanzaba por aquellos túneles se fue encontrando con un no-muerto tras otro. Los primeros tres fueron presa fácil pues los tomó por sorpresa, pero el cuarto dio bastante batalla y un tremendo alarido antes de ser vencido, sin duda los que hubiera por aquellos interminables pasillos ahora estarían alerta, si es que no estaban avanzando a su encuentro. El pasadizo era tan profundo que poco a poco el agua comenzó a quedar detrás del guardián, la seguridad de sentir el liquido bajo su aleta se fue acabando, así que optó por tomar su forma terrestre. Llegó un momento en el que tuvo que cubrirse la nariz, pues la peste del lugar apenas le dejaba respirar, la oscuridad envolvía el sitio, de no ser porque estaba acostumbrado a ella tal vez el temor hubiera hecho su aparición. Al doblar en una curva se topo con su siguiente enemigo, quien lo mandó de regreso de un tremendo puñetazo, el tritón retrocedió un par de pasos y regresó con mayor impuso para devolver el golpe, primero un derechazo, después un izquierdazo y con un golpe a la mandíbula logró derribarlo. No tardo en hacerle compañía en el suelo ya que otro no-muerto llegó corriendo y lo golpeó justo en la cara dañándole la nariz y cegándolo por unos momento. En el suelo el tritón limpió un poco de su "desangramiento nasal, tuvo suerte de que el lugar era estrecho y los enemigos se estorbaban uno a otro como para seguir haciéndole daño. Creo rápidamente cinco burbujas con su magia, cuatro las arrojó a sus contrincantes y la ultima la usó para lavar su rostro. El agua le ayudo a recuperar la vista y mitigar el dolor en su cara, pudo ver que dos de sus burbujas lograron acertar en el segundo no-muerto, pero el primero acababa de ponerse en pie e intentó patearlo. A pesar de que logró sujetar el pie agresor no detuvo a su atacante, aquel putrefacto guerrero le dio un puñetazo en la cabeza con la intención de liberar su pierna, pero en lugar de conseguir su libertad solo provocó que el tritón tirara de la extremidad y lo hiciera irse de espaldas sobre su compañero que había logrado reventar la burbuja en la que fue atrapado.

    Aunque logró vencerlos la lucha con aquellos dos fue ardua, en especial por la lesión en su nariz, le costaba tanto respirar que el peliazul se llevó la mano a la cara, palpando su rostro notó que tenía el tabique desviado, contó hasta tres e intentó devolverlo a su lugar. El dolor fue terrible y tuvo que soportarlo en silencio ya que debía que seguir avanzando sin delatarse. Se movía con toda la velocidad y sigilo del que era capaz, cuando avanzó un buen trecho se detuvo para recuperar fuerza, estaba evaluando cuanto había avanzado cuando escuchó pasos aproximarse, preparó unas burbujas de agua y las arrojó al frente esperando acertar al enemigo que aún no veía. Un par de esferas de magia corrupta le contestaron, la primera la esquivo pero la segunda le dio en el brazo. Gracias al brillo de la magia pudo ver que se trataba de tres no-muertos más, los ataques que siguieron le dejaron ver solo dos de ellos usaban la magia, por ello decidió acabar primero con el que fuera más vulnerable. Comenzó a cantar su hechizo, "ven a mi" ordenaba el canto y dos de  de los dos no-muertos obedecieron al llamado. Al que reconoció como hechicero le arrojó su tridente con tal fuerza que lo atravesó de lado a lado, por desgracia perdió concentración y la otra víctima pudo liberarse del hechizo. Estaba tan cerca, que evitar el ataque del enemigo fue imposible.

*

     Las horas transcurrían lentas y no se sabía nada del guardián de Arcania, los trabajadores que cuidaban la entrada al sótano estaban inquietos. Miraban de forma insistente la puerta y aguzaban el oído intentando escuchar algo, tenían temor por el interminable silencio, pero también les asustaba la idea de escuchar algún grito de auxilio. Estaban en un verdadero conflicto de ego, ellos eran simples tramoyeros, no estaban capacitados para andar por allí salvando guardianes de Arcania o luchar contra enemigos que ya estaban muertos, pero aquel guardián parecía tan joven y se lanzaba sin dudar al peligro... sería una vergüenza que unos fornidos trabajadores como ellos no hicieran nada si las cosas se salían de control. Rezaban y rezaban a la luz, pidiendo que el muchacho regresara por su propio pie o que por lo menos siguiera en silencio total hasta que Ofelia terminara por hacer que otro guardián llegara. Para lo segundo no parecía faltar demasiado, la mujer merodeaba por el lugar aun cuando la noche ya estaba por terminar. Caminaba con su garbo y elegancia acostumbrado, su tono era de lo más sereno cuando preguntaba por el guardián, pero estaba desesperada, tan desesperada que incluso cancelo el ensayo de ballet matutino.

-No te entiendo Ofelia, dijiste que el espectáculo debe continuar pase lo que pase. -protestó la chica que iba a hacer por primera vez el papel principal.
-Es solo esta vez, la bodega en donde guardamos el vestuario se ha inundado. Tenemos que ver que puede ser rescatado y remplazar lo dañado. -Mintió la líder.

     Las chicas que sustituirían a las bailarinas principales se quedaron protestando por el retraso sin tener idea de lo que realmente estaba ocurriendo. Ofelia las escuchaba con aparente indiferencia, sin embargo las hizo callar cuando uno de los tramoyeros le hizo una pequeña señal que solo ella pudo ver.

-El día que puedan decirme que hacer, será el día que yo no tenga ni una de mis facultades-Dijo la castaña secamente.- Si no se van a hora quedan fuera del espectáculo.

     Todas protestaron entre dientes, pero hicieron lo que se les ordeno. En cuanto el salón de entrenamiento quedó vacío Ofelia se dirigió hacia el sótano. Saliendo de él pudo ver al tritón, usaba su tridente como bordón para sostenerse pues apenas podía mantenerse en pie. Él la miraba con obvio escrutinio, de una manera tan insistente que casi logra hacerla voltear la cara. Hizo que el resto de los presentes se fueran, quería escuchar un reporte completo de parte del  tritón.

- ¿Qué ocurrió?- preguntó la mujer procurando ocultar su incomodidad.
- Al final del pasadizo bajo el teatro había una fisura, un aprendiz de nigromante la usaba para traer no-muerto... y mantener enfermo a su elenco principal. -Dijo el tritón tratando de recobrar el aliento.
- ¿Qué dices?¿Por qué aquí?¿Por qué a mis chicas?- preguntó incrédula.
- ¿Se acuerda de la promesa de Delia?.
- ¿Qué tiene que ver hermana gemela?.
-  Ahora ya nada... terminé con la plaga, cerré la fisura y ahora hay que quemar todo dentro del túnel, si pudiera proporcionarme lo necesario...
- Pero mi hermana se había ido.
- Ahora si se fue para siempre.
- ¿Qué tenía que ver ella con no-muertos y aprendices de nigromante?                      
-Ella era la aprendiz.
-Pero...
-Tuve ciertas complicaciones, estoy cansado, herido y esta misión no termina para mi hasta que me encargue de "limpiar" completamente el área, mi dosis de historias de envidia e intriga está excedida, así que le agradeceré que no me haga hacer recuento de lo que su hermana pensaba de usted.
-Tienes razón guardián, puedes ir atendiendo tus heridas mis hombres traerán lo que solicitaste.

     Ofelia hizo una pequeña reverencia y se giró graciosamente con la intención de dejar solo al peliazul.

-Espere por favor... creo fui muy grosero
-No te disculpes, aprende a no decir cosas de las que luego te arrepientas y con eso basta.
-No sé si eso es posible.
-Todo es posible con disciplina y constancia. Solo persevera en lo que te propongas.  

     La mujer le sonrió cortésmente antes de dejarlo solo. Mientras atendía sus heridas Ademar reflexionaba sobre el camino que estaba dispuesto a seguir para ganarse su lugar junto a su hermana en el otro mundo, pero su comportamiento estaba cambiando, estaba dejando de ser el chico que su hermana ama, si ya no era el mismo tal vez ya no lo iba a querer y eso lo atemorizaba más que cualquier enemigo.  ¿Pero qué podía hacer para evitar cambiar? cada día se sentía más decepcionado y molesto. Entonces recordó su primera conversación, si refrenaba esos sentimientos desagradables y actuaba como antes...

-¿Qué crees Nereli? Si me pongo una máscara del Ademar de antes ¿me volveré así de nuevo?.
Misión para el rol de :iconcuentos-por-colores:
© 2015 - 2024 ClauCabyClausy
Comments2
Join the community to add your comment. Already a deviant? Log In
Kastarnia's avatar
Vengo yo a dejar recompensas:

+ 55 monedas de oro
+ 35 puntos de experiencia.
+ Confianza con los artistas de Fairadel

Ayyy Ademar, la verdad es que extrañaré su lado adorable, pero creo que está madurando bien. Solo espero que no se amargue demasiado u___u yo quiero que sea feliz.