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El regreso III

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ClauCabyClausy's avatar
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Para sorpresa de sus amigos, la licántropo frenó su carrera de improviso. Sin previo aviso se giró volviendo sus pasos a la cafetería, con agilidad esquivó a su grupo y le cerró el paso a la sanadora que salía del lugar. Todos pensaron que la atacaría, incluso Nathaniel estuvo a punto de lanzarse tras ella, pero la guardiana volvió a sorprenderlos. Sin dificultad  le arrebató el morral  a la chica y corrió de nuevo rumbo a la playa.

– ¿Qué rayos le pasa?- preguntó Daniel rascándose la nuca.
–Ademar debe estar herido en la playa –Respondió Nathaniel comenzando a seguir a la loba.
– “¿Vamos a ir también?” –preguntó la jaguar en la mente del humano.
–No sé si quiero verlo herido, quizá sea mejor esperar a que se recupere. Seguro en cuanto esté mejor vendrá a la plaza a ayudar -respondió el humano siguiendo con la vista al luminoso y a la oscura.

El Sejmet y Nathaniel desaparecieron rápidamente del campo visual. Daniel volteó a ver a la sorprendida ángel alejarse abrazando su caja de galletas con algo de miedo, luego sus ojos verdes se posaron en el sastre con curiosidad. Se imaginó que él también tendría interés en el tritón, la cara del mestizo demostraba aflicción. Esa expresión lo hizo vacilar de su decisión de no ir a buscar a su compañero de batalla. Abrió  la boca para preguntar al sastre si quería ir a la playa también, pero el cornudo cambió radicalmente su expresión al notar que era observado.

– ¡Estoy hasta aquí de heridos! –protestó el rubio encaminándose a su local.

El humano se encogió de hombros, no le iba rogar. Lo dejó ir a la sastrería sin el menor amago de disuadirlo, seguro tenía sus propios asuntos, además, tampoco le gustaba estar cerca de los heridos, menos después de su incidente con el licántropo.  Su único motivo para hacer de enfermero era que Ademar se lo pidió. En un arranque de euforia por salir ileso de la guerra con ayuda del tritón, le ofreció darle lo que pidiera. Podría darle dinero, joyas, propiedades, incluso pagarle prostitutas si así lo quería, pero,   “Por favor, ayude a los que pueda” fue su pedido, y como el moreno era esclavo de su palabra no le quedó más que cumplir... ¿Por qué rayos no le pidió un tesoro material? A esos luminosos les gustaba complicar sus vidas y las de los demás.
Estaba adolorido y con muchas ganas beber, pensó que por esa ocasión, estaba bien dejar al amable tritón en manos de sus amigos más allegados.

– Oye gatita… ¿Vamos a la taberna o le damos un vistazo a nuestro héroe salvador?
–“Lo que te provoque más” –respondió la felina estirándose.
– ¿No eres mi consciencia? Deberías aconsejarme.
– “Consciencia ¿Qué es eso?”
–Algo de lo que gente como yo suele carecer- le respondió volteando la mirada en dirección del descanso del guerrero.- pero que de vez en cuando aparece.
– “Entonces ¿a dónde quieres ir?”
–Definitivamente a la taberna, pero, te diré lo que vamos a hacer: primero iremos a la playa, si Ademar no está tan mal, lo celebramos con un buen licor y si no se encuentra bien, ahogamos la pena con un buen licor. Con eso el cuerpo y la consciencia quedan tranquilos.
– “Y dale con la consciencia, si te quita la tranquilidad no veo para qué la necesitas” –le dijo mientras lo seguía a la playa.

El espectáculo que se encontraron fue poco alentador.
El humano se quedó estático viendo como el tritón yacía inconsciente en la arena. Las olas alcanzaban a rozar levente la punta de su aleta, en su forma natural era más grande de lo que el moreno había apreciado durante la batalla, quizá por eso le pareció más vulnerable allí tirado. Sejmet intentaba hacer que bebiera una poción, Nathaniel atendía la enorme herida corrupta en el costado del vientre del joven. Estaban demasiado ocupados para que la presencia de Daniel les interesara, él no tenía idea de cómo podía ayudar, así que, discretamente se dio media vuelta. Lo mejor era dejarlos trabajar tranquilos. Pero detuvo su escape al notar que “tranquilos” no era la definición correcta.

– Es inútil Sejmet…
– Kara suele retirar la zona más dañada y eso suele funcionar
– Tal vez cuando no es tan profunda, no puedo quitarle más, temo que la corrupción es irreversible, deberíamos…
– ¡NO! Raphael llegará en un momento
– No creo que con eso se curé, ¿de verdad quieres que sufra hasta la muerte y luego se convierta?
– ¡Eso no pasará!
–No, porque no lo permitiré – El elfo se puso de pie. En un rápido movimiento tomó la espada de Sejmet.

El filo de la espada resonó al salir de la vaina en la espada de la loba. La respuesta no se hizo esperar, la guardiana se puso de pie al instante, destrabó la guadaña de su guarda y confrontó al elfo sin titubeos. Con fuego en la mirada se quedaron estáticos. La tensión aumentaba al esperar a que alguno hiciera el primer movimiento, Daniel aprovecho que estaban demasiado concentrados en los movimientos del otro y se acercó al tritón para apartarlo del medio.  


***
Raphael se sentó en su cama y se quitó las botas. Dio un suspiro pensando en todo lo que ocurría en Arcania en esos momentos. Un sentimiento desagradable le llenaba el pecho, tenía la sensación de que su esfuerzo no era suficiente, que algo aún peor se avecinaba y temía no estar preparado. Estaba a punto de quitarse la riñonera, (le quedaban pocos medicamentos dentro) tendría que resurtirla para volver a la plaza en un rato. Un nuevo suspiro se le escapó del pecho, buscaba destrabar su bolso cuando la joya en su collar comenzó a brillar. Sejmet lo necesitaba.
***
La presencia amenazadora de Nathaniel se borró al instante para la loba al descubrir que Raphael había llegado. Bajó su arma, y miró al arcángel de forma suplicante. Abrió la boca y lo único  que atinó a decir fue el nombre del tritón. Nathaniel aún desconfiado abandonó su postura, pero perdió de vista los movimientos de Sejmet y Raphael. El arcángel pasó junto a la chica, le puso una mano en el hombro y se apresuró a arrodillarse junto al tritón.

– ¿Le habéis brindado alguna poción o algo? -preguntó, revisando con la vista las heridas visibles, y abriendo los párpados del joven para comprobar sus signos vitales.
– Una poción para la corrupción,  ungüento en sus heridas menores, pero esta tan infectado que decidí quitarle lo más podrido para ver si hacía alguna mejoría… y nada- Se adelantó a responder el elfo.

Raphael asintió seriamente.

– Necesitaré vuestra ayuda. Sostenlo de los brazos. -le pidió Daniel y luego miró  a la oscura- Lobita, sostén su cabeza por favor. Vamos a evitar que se haga daño cuando le aplique otra poción en la herida. ¿Nathaniel, podrías sostenerle la aleta?

La oscura y el humano acataron la orden al instante. Por su parte, el luminoso, intuyendo lo que pasaría, se adelantó a abrirle la boca al tritón y meterle su cinturón para evitar que se mordiera la legua o se atragantara con ella.
Raphael sacó una poción de su riñonera y la destapó. Miró a los demás y asintió.

– ¿Listos? -preguntó.
– Listos-respondieron a unísono.
– Sujetadlo con fuerza. -murmuró, antes de dejar que el contenido de la botellita cayera sobre la herida en carne viva.

La respuesta fue inmediata, la herida causo una reacción que casi quemó la piel del tritón, haciendo que él comenzara a convulsionar. Raphael siguió hasta que el bote estuvo vacío.

– Tenemos que esperar que la poción "queme" la corrupción restante en la herida, si no, no podré curarlo. -explicó el arcángel, con las manos en el pecho del tritón, para evitar que su cuerpo saltara demasiado.
– Su corrupción está bastante avanzada. –Dijo Nathaniel con seriedad.
– ¡Se va curar! – le gruñó Sejmet casi con odio.
–  Ni Raphael está seguro... es mejor estar preparados para lo peor Sejmet
– ¡¡NO!!

Raphael esperó que la poción dejara de burbujear en la herida del tritón en silencio. Su rostro estaba igual de serio que el del elfo. La loba se dio cuenta de que no tendría el apoyo que esperaba él, su mente comenzó a trabajar en una solución, algo que le garantizara la seguridad del tritón. De pronto un recuerdo, como chispazo de luz en medio de la oscuridad le hizo recuperar la esperanza.  

– Hay una forma de asegurarse –Dijo la loba con el brillo de la esperanza en los ojos- ¡¡Raphael!! ¡¡sí se puede salvar!!
– Lobita... -murmuró bajito- Nathaniel tiene razón... si esto no funciona...
–  ¡Que no!  Ademar me lo contó una vez... -Soltó con delicadeza la cabeza de Ademar y casi se le echó encima al ángel. - Laila se infectó durante una misión, la poción no estaba dando mucho resultado así que llevó a su hermana y ella la curó con su canto... ¡¡búscala!! Si la traes lo curará.
– ¿De qué hablas...? -murmuró el arcángel, sorprendido.
– Debes traer a la hermana de Ademar… seguro en Ilúva saben dónde está...- loba hacia pausas tratando de recordar detalles.- hay una escuela para sirenas que salen del océano por primera vez... el maestro de Ademar era de su pueblo... ¿Yailer?... ¿Taren?... ¡Zairet! se llama Zairet, él te ayudará a encontrarla.
– Sejmet... -quiso hablar el elfo.
–  ¡Tú cállate! - le interrumpió la loba- Yo sé lo que digo, necesitamos traer a la hermana de Ademar.
– Si me voy ahora.... podríamos perder la oportunidad de salvarlo con mi Luz... -explicó el ángel.
– Por favor. -le dijo la peligris  en tono suplicante- si la poción no funciona ¿de verdad puedes salvarlo con tu luz?
– No... -susurró- Pero si no consigo encontrar a su hermana... o si esa magia que dices no funciona...
– Tú puedes encontrarla y sé que funcionará… por favor - repitió al borde del llanto.

El arcángel miró al tritón de nuevo, era claro que la poción no sería suficiente. Se levantó y le sonrió a la chica un poco, haría lo que fuera por ella, hasta seguir opciones de cuyos resultados dudaba.

– Si no regreso a tiempo... -murmuró, luego miró a Nathaniel.
– Yo me encargo- dijo estoico como siempre, pero esta vez sus ojos dejaron ver algo de angustia por un leve momento.
– No va a pasar nada malo, sé que todo va estar bien -dijo la loba.

El arcángel asintió no muy convencido y desapareció envuelto en Luz.
Para :iconel-pacto-de-arcania:
Raphael es de :iconkastarnia:
Tenía planeado terminar la historia en este capitulo, pero decidí que es más digerible si la dejó así. Me gusta que las historias que hago no sean de demasiadas páginas por dos motivos: no soy muy buena escribiendo (pero me gusta hacerlo y estoy tratando de mejorar) y tampoco tengo mucho tiempo para sentarme a escribir. 
Primera parte: fav.me/dau5xlb
Segunda parte: fav.me/dav5asd
Cuarta parte: fav.me/dawwl7i
© 2017 - 2024 ClauCabyClausy
Comments2
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Kastarnia's avatar
Ay señoh que tensión. ;___; Ademaaaaaarrrr

Yo estoy de parte de Sejmet! Creo que hubiera actuado igual en su situación.