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El regreso IV

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ClauCabyClausy's avatar
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    Cada semana Zairet visitaba a la pequeña Mirali para llevarle un mensaje de Ademar. La sirenita comenzaba el día escondiéndose para escuchar la voz de su hermano. Luego ocultaba el caracol mágico  en su habitación. Pero dejó de cumplir aquella rutina sin previo aviso, no sabía si algo le había pasado al señor Zairet, el ex-mentor de su hermano podría estar muy ocupado, o tal vez no se encontraba bien de salud, así que la chica tomó la iniciativa de ir a buscar sus mensajes a  Ilúva y de paso ver si podía hacer algo por el tritón.
    Entró a la isla nadando contra corriente de uno de los ríos más grandes que desembocaban en el mar y llegó al pueblo atreves de los canales hacían de calle en muchos de los asentamientos en Ilúva.  Se encontró al profesor sentado en el pórtico de su casa, tomaba los últimos rayos de sol de la tarde.

-Pensé que estaba enfermo ¿Por qué no ha ido a la aldea? Voy a ser castigada por su culpa señor Zairet - dijo la sirenita extendiendo una mano hacia él- Deme mis caracoles mágicos, tal vez pueda volver antes de que se den cuenta de que salí a la superficie.
    La voz de la sirenita lo hizo saltar por la sorpresa.
-Mi niña, no me ha llegado carta de Ademar, por eso no fui a la aldea. –Le dijo acercándose para verla mejor.- Me hubiera gustado avisarte, pero sabes que no soy bien recibido, salir a vivir en el exterior tienes sus consecuencias. Sin correo que llevar creo que lo mejor es que no muestre mis escamas por allá.
    La chica sacó medio cuerpo del agua, se apoyó en la orilla y lo miró con expresión seria.
-¿Por qué mi hermano ya no escribe? ¿Se habrá enojado porque no contesto? –preguntó con expresión triste, pero en un instante se volvió de aflicción- Pero no solo dejó de comunicarse conmigo, tampoco le escribe a usted… ¿le pasó algo a mi hermano?
-No sabía que puedes respirar aire ¿habías salido antes a la superficie?
-Es un secreto –dijo queriendo ocultar que  Ademar la sacó al exterior y tuvo que aprender a respirar-  pero no me cambie el tema ¿Acaso cree que algo le pasó a mi hermano?
-No temas, el correo a veces se retrasa, más con las situaciones que se están viviendo en el exterior.
-¿Qué  situación?

    En ese momento, unas pequeñas chispas antecedieron a una columna de luz que apareció justo frente a ellos. Cuando la Luz cesó, pudieron ver la figura de un ángel con sus preciosas y amplias alas blancas extendidas frente a ellos. La muchacha se sumergió en el agua asustada y el hombre casi se va de espaldas por la sorpresa. Recuperando el equilibrio, Zairet miró a Raphael con los ojos como platos.

-¿Un ángel? ... - dijo el tritón casi para sí mismo.

    En aludido bajó hasta posar sus pies desnudos en el suelo y miró al tritón seriamente.

- ¿Es usted el maestro Zairet? -preguntó.
-Lo soy... -el tritón hizo una reverencia cordial -¿en qué puedo servirle?

    Mirali vio la silueta de Raphael a través del agua y lentamente se asomó con curiosidad, al estilo de un cocodrilo, salió del agua hasta la altura de sus ojos. Jamás había visto a alguien que no fuera del reino de las sirenas. La muchacha miró la espalda del arcángel boquiabierta y se quedó quieta sin hacer ningún ruido, esperando no ser notada por aquel ser desconocido para ella.

- Mi nombre es Raphael. Vengo desde Arcania con urgencia, busco a Mirali, la hermana del guardián Ademar Zainabu Valarico. -informó el arcángel- Es de vital importancia que la encuentre.
-¿A mí? -preguntó la chica saliendo  del agua sorprendida. De inmediato se llevó las manos a la boca y volvió a sumergirse.
- ¿Tú eres Mirali? -preguntó el ángel, dándose la vuelta- Tu hermano está en peligro. Me han dicho que anteriormente has conseguido curar corrupción. Si es así, debes venir conmigo de inmediato, la vida de Ademar está en tus manos.
-¿La vida de Ademar? - La sirena sacó de nuevo la cabeza sin dar crédito a lo que escuchó.
-¿No hay forma de tratarlo con magia angelical? -interrumpió Zairet- Si ella sale al exterior  tal vez no pueda volver a su casa.
- Si hubiera, no pediría esto. -dijo el ángel- Soy el sanador oficial de la familia real y si conociera una forma de curar la corrupción avanzada, creedme que no estaría aquí pidiendo esto. -regresó su mirada a la joven- Es tu decisión... -murmuró el ángel- Pero no tenemos mucho tiempo.

     La sirenita puso cara de pánico, miro a todos lados como si en algún lugar fuera a encontrar una respuesta. Unía y separaba sus manos golpeteando las yemas de sus dedos mientras murmuraba algo en su legua natal.

-No hay nadie que pueda decirte que hacer, tu hogar o Ademar - le dijo Zairet en tono suave al comprender la situación - Es tú decisión
-Mi hogar o Ademar - Repitió la chica. Frunció el ceño y al instante se sujetó del borde de tierra. Extendió la mano al ángel al sentirse  demasiado pesada para salir del agua por su cuenta. - Ayúdeme por favor.

    Inmediatamente el ángel se acercó para darle la mano y ayudarla a salir.
- ¿Qué has decidido? -preguntó, aún serio.
-Vamos.
     La sonrisa aliviada en el rostro del arcángel apareció al instante.
- Muchas gracias. -contestó, luego miró a Zairet- Con suerte, podré traerla de regreso cuanto antes
y nadie se enterará de nada. Por favor, guarda nuestro secreto. -le pidió.
-No se preocupe, estaré al pendiente -aseguró el tritón.
- Gracias. -le contestó, luego miró a la sirenita y le ofreció la otra mano- ¿Me permites?
-Esto está mal... si él no se hubiera ido -Murmuró muy despacio la chica, para después mirar la mano del ángel con duda -¿Que le permita qué cosa?
- Tendré que cargarte. -le explicó- Supongo que nunca has "orbitado". Tienes que sujetarte con fuerza.
-¿Qué es orbitar? –preguntó haciendo lo que le dijo.
- Ya lo verás. -le sonrió- ¿Lista para partir?
-No, pero adelante -la chica comenzó a temblar con algo de miedo.
- Tranquila. -susurró paternal, aplicando un poco de Luz en sus manos para tranquilizarla. Luego extendió las alas y desaparecieron en una columna de luz.

     Mirali se sintió aturdida y todo le daba vueltas. “Orbitar” fue una experiencia más extraña de lo que hubiera imaginado. Cuando la luz dejó de segarla miró a su alrededor y vio a su hermano tendido en la arena. No supo que pensar al verlo rodeado por otros seres desconocidos.
Raphael se acercó con la sirenita en brazos.

- Ya estamos aquí. -anunció, acercándose a donde estaba el tritón y depositó con cuidado a su hermana en la arena, junto a él.

   La chica se recostó apoyando su cabeza en el hombro de su hermano, comenzó a cantar bajo la mirada atenta del arcángel. Su canto no era ningún hechizo u oración como se acostumbraba, más bien era una especie de vocalización rítmica y pausada. Casi el tarareo de una canción de cuna.
    La muchacha acarició el cabello de su hermano mientras cantaba, la herida del joven poco a poco comenzó a cambiar la tonalidad oscura que había tomado. Las escamas que se habían puesto grises, regresaron a su coloración azul tornasolada y la sangre negra en la herida del tritón manó roja de nuevo. Mirali empezó a marearse, no estaba acostumbrada a respirar aire y cantar se le dificultaba. A pesar de eso no se detuvo hasta que toda la corrupción se fue por completo. Ademar se movió un poco recuperando lentamente la conciencia.      

-Duele... - Murmuró el tritón llevándose la mano a la herida aún abierta.
-No te toques - le detuvo la sirena.
-¿Mirali?

     Raphael se acercó de inmediato para posar sus manos en la herida e invocar la Luz para curarle. Una sensación cálida, agradable, envolvió al peliazul y cuando la herida hubo sanado, el arcángel retiró las manos.

- Tendremos que aplicar más Luz luego, para que la cicatriz desaparezca. -le explicó- Pero por ahora, gracias a tu hermana, estás fuera de peligro. -sonrió, bastante aliviado.
-Si es posible quitar las cicatrices, yo puedo hacerlo... con un poco de tiempo -objetó la chiquilla.
-¿Estamos en Ilúva? - preguntó el tritón totalmente confundido.
-No idiota, estás aquí. -La loba lo tomó de la cabeza y le plantó un beso en la boca sin pensarlo.
-¡NO LO TOQUE! ¿POR QUÉ LO BESA?  –Gritó Mirali empujando a la loba y luego miró a su hermano frunciendo el entrecejo-  ¿Tienes una pareja del exterior? ¿Cómo pudiste? – preguntó bajando el tono de sus voz que comenzaba a quebrarse. Estaba a punto de llorar. - Así nunca volverás a casa… jamás vas a volver –sollozó- ¿por qué tenías que irte?
-Ella es solo mi amiga... Mirali, por favor, no vayas a llorar por mí...

    Extendiendo su débil mano, Ademar atrajo a su hermana, quien se dejó guiar hasta el pecho de su hermano mayor y lo abrazó conteniendo las lágrimas. Sejmet se acercó a Raphael algo sonrojada. Por un segundo se olvidó de que Ademar no era como Mir. Descansó la cabeza en el hombro del castaño y le dio las gracias en un susurro. Raphael tomó la mano de la loba y la apretó con fuerza, mirando a los hermanos, agradeció internamente que la loba no perdiera la esperanza por ningún motivo.

-Sé que te dije que no te necesito, pero, sí necesito que estés bien - dijo la sirenita.
-Gracias hermanita, pero debes volver a casa…
-No voy a volver hasta que esté cien por ciento segura de estás bien aquí. -Replicó la sirena
- ¿Estás segura? -peguntó el arcángel- Puedo llevarte de vuelta ahora mismo. -agregó, amablemente.
-¡¡Soy su hermanita!!... y he sido mala con él, no puedo dejarlo así, mamá y el consejo me perdonarán si saben porque estoy en el exterior.

El arcángel suspiró pensativo, luego de un momento asintió.
- Escribiré una carta si hace falta. -se ofreció- Eres bienvenida a la corte de la Luz.
-No estoy de acuerdo. Ella no es una guardiana, y no quiero que tenga nada que ver con los no-muertos -dijo Ademar acariciando el negro cabello de su hermana. -Tal vez deba llevarla de regreso yo mismo. Tengo que protegerla...
-No te puedes proteger ni tú mismo - le dijo la loba dándole una palmada en la cabeza.
-Si me dejan quedarme contigo hasta que me convenza de que estarás  bien, me quedaré con  el señor Raphael todo el tiempo y ayudaré en lo que pueda. No haré nada que me ponga en peligro.
- Te prometo que no le quitaré el ojo de encima. -le sonrió el arcángel. - Estará siempre bajo protección.
-¿No le quitaras el ojo de encima? Creo que te voy a echar de regreso al mar niña - dijo Sejmet con cierto enojo.
- Sejmet. -le reprochó el arcángel.
-Habla muy feo. –Dijo Mirali observando a Sejmet de arriba abajo- ¿Es una mujer?
-Yo también me lo pregunto a veces señorita. - Agregó Nathaniel sintiéndose aliviado al ver todo resuelto favorablemente.
- Esta dama es mi prometida. -la presentó el arcángel- Les pido que por favor la respeten.
-Si usted lo dice señor Raphael lo haré, pero ¿por qué su prometida no tiene alas?
- Eso es, porque ella no es un ángel. -le sonrió con paciencia.
-¿Es un…? ¿Cómo se llaman...? ¿Elfo?
    Sejmet se sonrojó algo incomoda.
- No, pero Nathaniel es uno. -contestó, indicándole con una mano el lugar donde se encontraba el aludido. Sejmet es una licántropo. -explicó.- Y ese joven de allá es un humano.
-Puedes llamarme Daniel –se  apresuró a decir el aludido, luego llevo la mano a la cabeza de su jaguar-  y mi gatita se llama Tlali.
-Sejmet, Nathaniel, Daniel y Tlali... -los recorrió con la mirada- todos de diferentes especies... bueno, son todos del exterior, supongo que no hay diferencia.
- Ademar, tengo que llevarte a la corte, para tenerte en observación y seguir con la curación. -indicó el arcángel- Señorita Mirali, por favor acompáñenos.

    Ademar sacudió la cabeza en negativa, no estaba para nada de acuerdo en que su hermana se quedara en Arcania ¿A caso sería reclutada como guardiana?. Eran demasiados peligros para alguien que nunca había estado fuera del océano. Estar fuera ya era bastante malo,  también agregarle que la ciudad del pacto estaba poblada por oscuros y humanos no tan bien intencionados lo empeoraba todo. ¿Qué iba hacer ella en ese lugar? No quería tener que mantenerla recluida en la corte de los milagros.

-Mirali no debe estar aquí, no sabe nada del exterior, además se meterá en problemas con nuestros padres. No es una guardiana así que no quiero que tenga nada que ver con el peligro.
- Ademar, su poder de sanar la corrupción puede resultar vital para nuestra causa. -explicó con calma el arcángel- Además, no tiene porqué enfrentarse a los no-muertos, estará segura en la corte.
-Pero…
-No me quieres tener cerca, no quieres tener que cuidar de mí. – La sirena se apartó de su hermano y bajó la mirada con expresión triste.- Por eso te fuiste de casa, ¿verdad?. Pero no necesito que me cuides, solo quiero estar contigo.
-Lo que tú quieras está bien -Ademar se rindió y le sonrió con ternura. -Vamos entonces... creo que tendré que pedir disculpas a la princesa.

    El rostro de Daniel se contrajo al escuchar a la chica, se aguantó la risa de escuchar ese obvio chantaje y como el tritón caía en él de la manera más sencilla. Después del susto inicial todo se tornó una novela en vivo.  Definitivamente, tenía que beber como si no hubiera otra cosa que hacer en el mundo.

- No te preocupes Ademar, no hay nada que disculpar y en su momento estoy seguro que se alegrará de verte con vida. -le sonrió el arcángel, se acercó a él para ayudarle a levantarlo. -¿Puedes avanzar? -preguntó.
-Pídeme perdón  a mí, me hiciste preocupar demasiado -Dijo Sejmet tomando al tritón en  sus brazos. -Lo llevaré hasta la entrada de la alameda, no me importa si puede andar o no.
-Yo no puedo hacerme terrestre para seguirlos, ¿me ayuda señor Raphael? – preguntó Mirali extendiendo los brazos.
-¿Por qué no le dices a Nathaniel o a Daniel? -preguntó la loba
-Me dan miedo -se sonrojó.
- No te preocupes lobita. -le susurró el arcángel, dándole un beso a la peligris- Sabes que solo tengo ojos para ti.
-Bueno, sí...  pero no quiero que esta niña se interese demasiado en ti, ya tengo suficiente con una- le pasó a Ademar y levantó a la chica
- ¿A qué te refieres? -rió divertido el arcángel, tomando al tritón con cuidado.- ¿No exageras un poco?
- Mujer prevenida vale por dos. Vamos que Ademar y Su hermana tienen que descansar.
Al fin el fin jeje Ahora siento que puedo continuar tranquila con el resto de mis misiones pendientes. 
Relato de mis personajes para el rol de :iconel-pacto-de-arcania:
Raphael (y la princesa Simariel) de :iconkastarnia: 
Primera parte:fav.me/dau5xlb
Segunda parte: fav.me/dav5asd
Tercera parte: fav.me/dawffbj
© 2017 - 2024 ClauCabyClausy
Comments4
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Meru-KeepAlive's avatar
¡Por fin me he puesto al día con tus historias! Me ha gustado mucho este arco de después de la guerra, y me alegro mucho de que Ademar esté bien, pobrecito :cries: